Educar las emociones no es opcional: es esencial. Durante décadas, hemos prestado atención a las matemáticas, los idiomas y la ciencia... Dejando de lado lo que realmente mueve el mundo: las emociones. La educación emocional debe ser una pieza clave en casa, la escuela, las colonias escolares y en la sociedad. Porque sólo desde la comprensión emocional podemos formar personas empáticas, resilientes y felices.
¿Qué es la educación emocional?
La educación emocional es el proceso por el que las personas aprenden a reconocer, expresar y regular sus emociones y la de los demás. Es mucho más que controlarse, es saber interpretar lo que sentimos, ponerle nombre y actuar con consciencia.
El psicólogo y pedagogo Rafael Bisquerra, una de las voces más autorizadas en este campo, lo define de la manera siguiente:
"La educación emocional es una respuesta a los problemas sociales, como la violencia, el estrés o el fracaso escolar. Tiene como objetivo el desarrollo de competencias emocionales como el autoconocimiento, la empatía y la gestión emocional."
¿Por qué es una asignatura pendiente?
Aunque cada vez hablemos más de ello, la verdad es que la educación y gestión emocional todavía no ocupa el lugar que le toca. Muchos niños y niñas salen de la escuela sabiendo hacer una ecuación de segundo grado, pero sin saber gestionar la frustración, una pérdida o una discusión con un compañero. Y esto, a largo plazo, pasa factura: en forma de ansiedad, conflictos, baja autoestima o incapacidad para trabajar en equipo.
¿Cómo podemos incorporarla a la vida cotidiana?
La educación emocional no es exclusiva de psicólogos o maestros especializados. Todos, desde casa, podemos cultivar semillitas de un buen acompañamiento emocional. Aquí te dejamos algunos recurso e ideas para empezar:
- Pon palabras a las emociones
Ayuda a tus hijos o alumnos a identificar cómo se sienten: "¿Estás triste porque hemos cancelado la excursión?" o "Veo que estás muy enfadado, ¿lo quieres hablar conmigo?", son ejemplos senzillos, pero útiles.
- Da ejemplo con tu propia gestión emocional
Los niños aprenden mucho de lo que ven. Si te equivocas y pierdes los nervios, pide disculpas y explica qué ha pasado. Humanizarse es educar.
- Utiliza cuentos, películas y juegos
Hay mucho material que trabaja las emociones de manera atactiva y educativa. Recomendamos cuentos como El monstruo de colores o películas como Inside Out (Del Revés) para iniciar conversaciones emocionales.
- Practica la respiración y la pausa
Los ejercicios de respiración y atención plena ayudan a niños y adultos a conectar con el momento presente y regular emociones intensas.
- Cultiva la empatía y la resolución pacífica de conflictos
Trabaja habilidades sociales como escuchar activamente, validar emociones o resolver conflictos es clave para la convivencia.
Figuras clave en el campo de la educación emocional
Además de Bisquerra, no podemos dejar de mencionar a:
- Daniel Goleman, autor del famoso libro Inteligencia Emocional, que afirma que el 80% del éxito en la vida depende de este tipo de inteligencia.
- Rosa Jové, psicóloga y autora de La crianza feliz, defensa una educación basada en el amor, el respeto y el buen trato emocional.
- Jesper Juul, terapeuta familiar, nos recuerda que los niños necesitan límites claros, pero desde la connexión, no desde el autoritarismo.
Hacia una educación más humana
En Edulonia, apostamos por una educación que no solo forma a buenos estudiantes, sino buenas personas. Una educación que integra el corazón con la cabeza. Que prepara para los exámenes, pero también para las emociones de la vida.
Si queremos una sociedad más sana, equitativa y justa, tenemos que empezar a actuar. Porque, como dice R. Bisquerra:
“Sin educación emocional no hay educación integral".