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Tecnología al servicio del bienestar emocional de los niños

Herramientas para equilibrar el tiempo en las pantallas y la gestión de las emociones


Vivimos rodeados de pantallas. En casa, en la escuela, en el coche, en el médico. Los jóvenes, nativos digitales por excelencia, tienen acceso inmediato a juegos, vídeos, aplicaciones y redes sociales desde bien pequeños. Pero...¿Estamos seguros de que tenemos las herramientas emocionales para gestionar este mundo hiperconectado?


La tecnología puede ser un aliado. No todo es malo. De hecho, puede ser una gran ayuda para acompañar a los niños y adolescentes en su educación emocional, si sabemos escoger las herramientas adecuadas y poner límites sanos y coherentes. 


Cuando las pantallas no son enemigas

Hay aplicaciones y recursos digitales que promueven el autoconocimiento, la relajación, la gestión del estrés e incluso fomentan la empatía. Sí, la tecnología también puede ayudarlos a respirar mejor cuando se sienten enfadados o a poner palabras a lo que sienten después de un día complicado en la escuela.  


Algunas herramientas tecnológicas útiles para el bienestar emocional infantil son: 


- Headspace for Kids:  con prácticas de mindfulness por edades, ayuda a los niños a relajarse, dormir mejor y gestionar emociones como la rabia o la frustración.  


- Moshi: cuentos guiados, sonidos de la naturaleza y actividades de meditación para antes de ir a dormir.  


- Breathe, Think, Do with Sesame: una aplicación interactiva del universo de Barrio Sesamo que enseña estrategias sencillas para gestionar momentos de estrés. 


- Smiling Mind: desarrollada por psicólogos, ofrece programas de meditación adaptados para niños y adolescentes. 


Estas herramientas no pretenden sustituir la conversación, el juego ni la presencia adulta, pero si pueden ser un complemento interesante para fomentar un espacio de calma y autocuidado, incluso dentro del mundo digital. 



Pero...¿y los límites?


Aquí es donde entra una parte fundamental de nuestra tarea como familias: el equilibrio. La tecnología puede ser una fuente de crecimiento, pero también un foco de hiperestimulación si no se pone en contexto.


¿Cómo podemos encontrar este equilibrio? Aquí tienes algunas pautas sencillas y efectivas: 


- Tiempo limitado y compartido: establecer franjas horarias claras y, si puede ser, compartir el uso de las pantallas con ellos, convirtiéndolo en una actividad conjunta. 


- Espacios libres de tecnología: por ejemplo, a la hora de comer o antes de ir a dormir.


- Escoger contenido de calidad: evitar el uso pasivo y buscar apps o vídeos que promuevan valores, creatividad o aprendizaje emocional. 


- Favorecer experiencias no digitales: juegos al aire libre, deporte, lectura, música... y sobre todo, tiempo para aburrirse—un lujo necesario para la salud mental.  



El poder de desconectar para reconectar


Cuando quitamos las pantallas de la ecuación, a menudo descubrimos un paisaje emocional muy enriquecedor: la capacidad de sorprendernos con un paisaje, de inventar historias en grupo, de hablar cara a cara sin filtros ni emoticonos.


Las colonias escolares y de verano son una oportunidad mágica para todo eso. En un entorno natural, sin teléfonos móviles, los niños reconectan con su esencia, con la naturaleza, con otros compañeros y con ellos mismos. Aprendren a resolver conflictos de manera real, a gestionar la frustración cuando alguna cosa no sale bien, y a descubirir que pueden hacer nuevas amistades sin ninguna aplicación de por medio.


Y si además, lo pueden hacer en inglés y acompañados de un equipo humano que apuesta por una educación emocional sana, todavía mejor. Después de unas semanas de conexión real, de juegos de noches, de talleres creativos y retos compartidos, los niños vuelven a casa con un nuevo "software" emocional instalado: más autonomía, más confianza y más capacidad paara parar, respirar y escoger qué le hace bien.



Por eso, más que rechazar la tecnología, lo que proponemos es convivir con consciencia, poniendo el bienestar emocional de los niños y niñas en el centro. Que una pantalla no sea nunca más importante que una mirada. 


Para muchas familias, encontrar ese equilibrio no resulta fácil. Pero existen espacios y momentos que pueden ser clave para sembrar este bienestar. Y quizás, ¡ya sea el momento ideal de hacer este "reset" con una de nuestras colonias!

06 May 2025